¿Cúal será el futuro del cine?

El gran problema del cine reside en la distribución. Los cines tienen las películas en exclusiva durante 4 meses (antes eran 6) y si quitan una película de la cartelera a las 2 semanas porque no tiene éxito en taquilla, esa película no puede distribuirse por ningún otro medio hasta pasados los 4 meses. Por lo tanto hay un tiempo exclusivo para alquiler físico, luego llega la venta directa y al año se puede empezar a distribuir por otros medios, como el video bajo demanda.

Esta forma de distribuir las películas hace que las grandes productoras pierdan la oportunidad de exhibir sus contenidos en Internet, bajo un precio razonable, lo que quiere decir que están dejando de lado un modelo que ya es presente y que destaca por su viabilidad. El espectador, cada vez más, pide ver las películas como, donde y cuando quiera, teniendo en cuenta también el precio de las entradas de cine en los últimos años.

La piratería es un tema candente a la hora de hablar de cine, pero si la única forma de ver una película en casa por Internet es descargándosela ilegalmente la gente lo hará. El vídeo bajo demanda ya es una realidad y a pesar de que las grandes salas de cine no desaparecerán de una forma inmediata, la fuerza de este nuevo modelo de distribución de películas irá en aumento hasta cambiar el modelo de negocio.

La industria debe entender este irreversible cambio y saber adaptarse al mismo, así como aprender a satisfacer a los usuarios que demandan los contenidos por Internet. Ese freno que la industria intenta poner a este nuevo negocio no la favorece para nada, bloqueo que se manifestó con “Carmina o Revienta” de Paco León que se puso a la venta en Internet, en DVD y Bluray y en alquiler en Filmin el mismo día de su estreno en cines, motivo por el cual las salas de cine no quisieron proyectar la película (con excepción de las pequeñas salas que no pertenecían a las grandes cadenas).

Las fórmulas innovadoras de visionado directo, que ya podemos ver en diversas plataformas online, funcionan, por lo que en los próximos años se incrementará la demanda así como la oferta. Los modelos de distribución y visionado están cambiando y este puede ser el próximo paso del cine para llegar a sus espectadores.